Hay acciones del cotidiano que en vez de solo hacerlas, se pueden vivir con más intención, presencia y darles un sentido. Corté las primeras rosas del jardín. Son blancas y naranjas. El hecho de poder verlas crecer y hacer pequeños ramitos me motiva a sembrar más. También están asomando los tomates, es momento de recoger los primeros frutos del año. Parece que de repente el jardín florece, pero es el resultado de regarlo y cuidarlo todo el año, confiando en lo invisible.
Se puede reconocer la simbología que hay detrás de la repetición para convertir esos hábitos en momentos más conscientes. Para mirarlos con ojos nuevos cada vez y cargarlos de belleza y atención. Preparar una taza de café, encender una vela, preparar un espacio para escribir… pueden volverse rituales donde anclarse al presente y poner más alma en la repetición. Hacer lo mismo cada día pero con esa nueva mirada lo cambia todo.
Es mitad de año, y el solsticio que tanto significa para mí. Me pregunto cómo quiero transmitirle esos rituales que para mí tienen significado. Qué quiero transmitirle a ella. En unas semanas se cumple un año desde que me quedé embarazada.
Este lunes es San Juan, haremos nuestra primera hoguera en familia. A partir de esa noche los días comienzan a acortarse. Es la noche donde honramos el solsticio con rituales de fuego. La noche donde el fuego le baila al sol, saltamos hogueras, quemamos cartas y miedos. Donde quemamos la poda de la primavera. Donde dejamos lo viejo y hacemos espacio a una nueva etapa.
Rendir culto al sol, fuente de vida, cosechas y de energía. El fuego y el agua como símbolos de transformación y purificación. Una oportunidad para detenerse y mirar lo que floreció. Para observar lo que se transformó, lo que esta madurando y lo que necesita marchitarse.
A mi me gusta escribir y quemar. Mirar y perderme en las llamas del fuego.
- ¿qué puedo ver florecer en estos seis meses?
- ¿qué me da energía? ¿qué me la quita?
-¿qué pensamientos, creencias, objetos, emociones, cargas o ideas estoy dispuesta a dejar ir?
-¿qué pasaría si dejo espacio para lo que quiero sentir?
-¿qué quiero sembrar en los próximos seis meses?
-¿qué me gustaría descubrir y aprender de mí?
-¿cómo me quiero cuidar?
-¿dónde reconozco mi luz? ¿qué fortalezas puedo reconocer en mi? ¿dónde me permito brillar?
Que lo escribas, lo cantes, lo quemes, lo lances al mar o lo susurres al fuego. Saltes hogueras o charcos, te bañes en el agua… lo que te haga sentir bien.
Que el fuego queme lo que ya no eres, y abra espacio a lo que por fin te permites sentir.
Feliz solsticio,
-Zohra