Me despierta la claridad del día. No son ni las 7 de la mañana. Me pregunto como quiero vivir mis ultimas horas en los 33. Ya me siento otra. Me gusta despertar antes de que lo haga el mundo, ver el sol salir, sentir el frescor de las mañanas, dar de comer a los animalitos y escuchar las gotas que caen del techo a unas macetas que he colocado estratégicamente. Escribo y bebo café. Una hora después ya estoy en el mercado con una cesta que era de mi madre. Comprar a los agricultores es un acto de amor y respeto profundo hacia la Tierra; una forma de votar eso que quiero ver expandirse en el mundo. La revolución empieza en la mesa. Anulando a los intermediarios, en los productos de temporada y locales. En el sur de Europa seguimos defendiendo las recetas transmitidas a través de las generaciones, las comidas lentas y los platos elaborados. La sobremesa, el tapeo, el puchero de la mama a fuego lento, lo contrario de la comida engulle, traga y vete. Y el comer todo con pan, "companis" del latín "cum" (con) y "panis" (pan), con el tiempo evolucionó al español como "compañero" que se refería a la persona con quién se comparte el pan, aquel que comparte la misma mesa o compañero de mesa. Tras varios intentos fallidos de dejar de comer gluten he decidido tolerarlo. Algo que he aprendido de los trastornos de conducta alimentaria es que tolerar la comida es tolerar la vida. Y disfrutar de la comida sin culpa se siente una bendición. Que lo que realmente me sienta mal es vivir en constante dilema. Que no es tanto lo que comes, sino como te lo comes. Y esto me sirve para todo lo demás en la vida; porque el lugar y la intencionalidad en la que vivo tiene la capacidad de voltear la energía por completo.
La alimentación empieza antes del plato, en la cosecha, en la recolecta; pero cuando no tenemos acceso a ella también es posible llenarla de amor y consciencia en la preparación y con el acto de comer. Cuando comes algo rápido no piensas en el sabor, te lo comes y ya está. Todo sabe mejor cuando lo preparas con tiempo. Y cuando lo compartes con los demás.
-farmers market-
Me preguntan que quiero para mi cumple. No quiero más cosas, quiero más de esto que vivo. Este año es para crear un nuevo espacio con mucha luz natural, donde pasar más tiempo cocinando y poder compartir muchos ratos de sobremesa y barbacoas con los amigos y la familia. La cocina es testigo de risas compartidas, de las confidencias y los recuerdos alrededor de la mesa. El refugio donde la familia se reúne, donde las tradiciones se transmiten y donde los lazos se estrechan. Es el corazón del hogar. Cocinar se ha convertido más que en una tarea cotidiana de la que solía huir. Es un lugar donde se desacelera el tiempo, una forma de creatividad, un lenguaje de amor, de nutrir, cuidar y expresar, de sintonizar el cuerpo con la tierra. Quiero cocinar más, crear una familia, nuevos espacios y llenar una gran estantería de libros.
Cumplir años me pide escuchar de nuevo esos mensajes que se me repiten y que llego a silenciar con el tiempo. Ocupar mi espacio en el mundo y dejar de vivir como en exilio. Ocupar mi espacio en el mundo y a darle voz a mi espacio. Me pide dejar atrás los lugares y las vidas que ya no reconozco para vivir en mi propia inspiración y validar la fuerza que nace de lo interno.
-home-
Los espacios que tocan crear de nuevo son los que permiten diseñar y construir las nuevas necesidades, sueños e ideas. Son los que me han hecho cruzar el Atlántico con las maletas cargadas de recuerdos y añoranza; los que saben de las personas, experiencias y los códigos que se quedaron atrás. Los lugares que tocan vivir de nuevo te enseñan a construir y elegir las nuevas creaciones. A recordar lo que ya sabes de ti y valorar lo que ya tu sabes que sabes. Requieren el valor de dejar ir, de soltar lo conocido y lo que se siente seguro; que no siempre equivale a lo que quieres. Y eso por mucho que lo haces sigue sintiendose incómodo. Pero lo vale todo por llegar a ese lugar que se siente tuyo y elegido.
El cambio puede ser molesto, cumplir años se siente como un sí a todo lo que no te atrevías antes. Pero lo que más duele es quedarse donde ya no te reconoces, seguir intentando encajar y comprarte otras verdades. Vivir sin la paz y el amor que trae la autenticidad de ser tú.
La recompensa está en aprender a escucharte. Cuando eliges vivir, las herramientas aparecen para hacerlo con amor. Siempre quedaran lugares que llenar de luz y claridad; y con la experiencia aprender a afinar lo que se siente verdadero. Para crecer, viajar cada vez más ligero. Empezar las veces que hagan falta. Poder crear desde lo que eres para nutrir, cuidar y compartir con los demás. Porque crear desde lo que se siente tu verdad, es vivir desde lo que eres.
Y vivir desde lo que eres es vivir en tu verdad.
-Zorah
“me permito entregarme a descubrir mis nuevas estructuras, aceptando mi sabiduría con soberanía sin necesidad de aprobación ni validación externa.
mi estructura es lo que me permite materializar mis conceptos, ideas y sueños; y de esa forma puedo crearlas y hacerlas posibles.
me permito liderar mi vida.
me atrevo a integrar mis recursos y tengo el coraje y el valor de ocupar mi espacio en el mundo”
homemade pizza y Scarlett - “Lost in Translation”-
FELICIDADES!!!!! Larga y saludable vida!!!!!!
¡Feliz cumple! 🎊🎂🎉
Que la vida te llene de bendiciones y días llenos de paz, salud y armonía.